La iglesia visigoda de San Pedro de la Nave fue construida a finales del siglo VII, siendo una de las últimas obras del arte visigodo. Originariamente tuvo su emplazamiento a orillas del río Esla, pero al construirse el embalse de Ricobayo, hubiera quedado sumergido en sus aguas, por lo que se decidió su traslado piedra a piedra a la actual ubicación.
San Pedro de la Nave fue declarada Monumento Nacional el 22 de abril de 1912.